sábado, 12 de abril de 2008

La lectura

Empecé a leer un libro. Es una novela larga, compleja, con muchos personajes. Yo no sé si es porque leo con lentitud, unas 10 o 20 páginas por día. O porque muchas veces me quedo dormido. O porque, debido a la edad, estoy perdiendo, como se dice, la memoria de corto plazo. La cosa es que, habiendo llegado hasta un poco más de la mitad del libro, me olvidé de cuál era el hilo de la historia, los vínculos de parentesco entre los personajes, y otros detalles.
Para subsanarlo, se me ocurrió hacer una segunda lectura, desde el principio, sin abandonar la primera. Me fué bien. Lo que iba leyendo en la primera lectura se me hacía comprensible gracias a los detalles captados en la segunda. Al mismo tiempo, entendía mejor lo que leía en la segunda, sabiendo de antemano muchas cosas provenientes de la primera.
Sin embargo, después de un cierto tiempo me dí cuenta de que, en la segunda lectura, ya bastante avanzada, me estaba pasando lo mismo que en la primera. Sobre todo no podía entender por qué el narrador, reciente inquilino de una mansión, insistía en visitar al dueño, que vivía en otra mansión más o menos alejada, a pesar del mal tiempo, nieve y frío, que asolaba la región. Tampoco entendía cómo, en un momento dado, el inquilino dejaba de ser el narrador y una vieja sirvienta tomaba su lugar.
Resolví entonces iniciar una tercera lectura, sin abandonar las otras dos. Entonces todo se me hizo mucho más claro. Lo que iba captando en cada lectura se me iluminaba con los detalles aportados por las otras. Estaba leyendo tres veces, en forma simultánea, el mismo libro. Aunque, pensé, como lo que leía cada vez era un poco diferente, en realidad estaba leyendo tres libros distintos al mismo tiempo.
Hasta me inventé una comparación : La primera lectura es como soñar. La segunda es como tratar de recordar el sueño, sentado en el borde de la cama. La tercera es como contarle el sueño a otro. Es siempre lo mismo, pero cada vez diferente.

Estuve un tiempo muy contento con todo esto, sobre todo con la comparación. Hasta que hice una comprobación alarmante : me estaba pasando en la tercera lectura lo mismo que me había pasado en la primera y en la segunda.
Pensé : ¿Tendré que iniciar una cuarta lectura? ¿Y después... una quinta? ¿Algún día voy a terminar de leer este libro? ¿O se ha tansformado en una tarea infinita?

12 comentarios:

IndeLeble dijo...

Mirá yo creo que la edad nada tiene que ver porque sos re-joven , debe de ser el libro , me a pasado y los deje de leer , a veces son muy densos , lo que sí me gustó mas que cualquier libro es tu relato muy pero muy bueno!!!
Cada día me gusta mas leerte :)Besotes amigo mío!!

Anónimo dijo...

Gracias Ali.
Como siempre, sos muy dulce y muy generosa.
Besos.

Cicloescenico dijo...

Ni Borges lo podria haber dicho mejor.

Exelente.
Un abrazo y como dice mi abuela, viejos son solo los trapos.

Laviga dijo...

A mí me pasó algo parecido con tu post.
Voy por la sexta lectura simultanea.
En la primera vos ya empezaste 7 veces el libro, en la segunda, sólo 5. Tercera y cuarta, van parejas.
En la quinta hacía frío y había que podar y cortar el pasto y limpiar la pileta, así que abandoné.
Voy por la sexta. Empecé a leer un libro. Es una novela larga...

Anónimo dijo...

Ciclo : muchas gracias y, como siempre, un abrazo.

Anónimo dijo...

Laviga :
¿A usted también le pasa?
A mi se me están apagando las neuronas como las bombitas de un corso a la madrugada.
¿Pero usted, con toda esa luz que tiene en el bocho?...
Bueno, no desespere, al final de la décima lectura se descubre quién es el asesino.
Besos.

DudaDesnuda dijo...

Lo importante no es leer. Sino releer. Con lo cual te la pasás haciendo cosas importantes.

Besos novelados

Anónimo dijo...

Duda :
El problema es cuando buscás un libro para releer y te das cuenta que lo prestaste y no te acordás a quién.
Besos y rebesos.

Apuntes+Editorial dijo...

HOla viejo

Cada relectura es una lectura nueva. POrque uno cambia y percibe distinto o desde otro lugar y el libro lo afecta. Es así y es así y es así

Es hermoso esto que escribiste

Saludos-

Apuntes+Editorial dijo...

Epílogo
¿Será una de las cuestiones de la poesía generar belleza con cosas no bellas de por sí, ciertas cosas "triviales"?

Anónimo dijo...

Rodrigo :
Muchas gracias por tus comentarios.
Un abrazo.

Anónimo dijo...
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