miércoles, 23 de enero de 2008

Una luz

Salí a la calle y busqué tus ojos.
Había autos, faroles, llovizna.
Una luz roja me detuvo.

Y recordé los gritos,
los golpes metálicos,
los neumáticos quemándose.

Busqué tus ojos entre el humo y el ruido.
Caras desconocidas me rodeaban.
La luz azul del patrullero
giraba en la esquina.

Miré a mis hijos y me miré a mi mismo.
¿Qué estamos haciendo?
Las viejas, los chicos, los hombres,
se tomaban las manos para cerrar la calle.
Todos gritaban.
Desde los autos gritaban, también,
y hacían ruidos metálicos.

Miré a lo largo de la calle
esperando verte llegar.
Los bomberos apagaban el fuego de las gomas.
Nosotros seguíamos gritando y golpeando,
persistentes como la llovizna.

Cuando la luz cambió a verde
empecé a caminar.
Crucé la calle y busqué tus ojos.

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