miércoles, 13 de febrero de 2008

En el semáforo

Me agencié de un tacho de pintura vacío y del utensilio, cuyo nombre ignoro, que consta de un pedazo de esponja, una tira de goma y un mango. Hice una mezcla de agua y detergente y con todo eso me paré en El Triángulo, a la espera del momento en que se encienden las luces rojas.
Algunos se sorprendieron al verme : un hombre con el pelo más blanco que negro, la cara arrugada, que se mueve lentamente entre los autos. Los chicos, en particular, que hace rato que están haciendo eso en ese sitio, se cagaron de risa. Yo también siento que hay algo que no logro entender. Pero así son las cosas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Haga unas monedas y raje antes que se las chafen los pendejos.Dato:Semaforo inexplotado Echeverria y Superi
Nicolas Cavern
Tachero turno noche
Abrazo

Anónimo dijo...

Jajajajajaja!
¡Qué grande ese humor!
Insuperable.

Luc dijo...

se llama limpiavidrios el coso ese.
¿Y cuánto hiciste?