martes, 26 de febrero de 2008

Los pares de opuestos


Nin fea nin fermosa
en el mundo que ves,
se puede alcanzar cosa
sinon con su revés.

Rabi Sem Tob
Palencia, España,
Siglo XIV


La casa donde vivo tiene un balcón. Un día aparecieron unos gorriones. Yo les puse unos pedazos de pan. Vinieron más gorriones. Esto me gustaba mucho. Pero claro, así como comían, los pajaritos hacían sus necesidades en el balcón. Un día y otro, hasta que quedó hecho un chiquero. Como me daba pereza limpiar la caca, dejé de ponerles pan. Ahora tengo el balcón limpio. Pero los gorriones ya no vienen.
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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Toda relacion afectuosa deja sus cacas.O acaso esta pensando en hacer la gran Howard Hughes?.En mi caso, en el caso que le sirva mi caso, prefiero estar glaceado de caca de gorrion,a barruntar envidioso y prolijo lo que ocurre en otros balcones.
Usted se salva porque no vuelo.
Afectuosisimo.

Anónimo dijo...

Hola Nicolás, gracias por su comentario. Estoy de acuerdo con su elección. A veces hay que meter las manos hasta el codo en la caca para poder disfrutar de ciertas cosas.
Un abrazo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Cicloescenico dijo...

Terrible paradoja...
Salud.

Anónimo dijo...

Hola, si escribis "Ya no estan" al final, rimaria con "pan", lo cual seria mas beneficioso para tu microcuento.
JCela Suerte

Anónimo dijo...

Hola Ciclo!
Si, parece que así es nuestra vida.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

JCela :
Gracias por tu consejo.
Un abrazo.